Viajar es la manera mas increíble de crecer como persona





Hay viajes que haces con una mochila y un billete.
Y hay otros que empiezan cuando cierras los ojos… y escuchás lo que pasa adentro.
Yo empecé viajando por fuera. Como todos.
De pequeña, con mi familia, con mi abuela o mi mama, cada 15 días rumbo a otra ciudad. Me fastidiaba el autobús, preguntaba mil veces cuánto faltaba.
Pero algo pasaba en esos viajes: me gustaba mirar por la ventana, imaginarme historias con la gente en los otros carros (coches), pensar cómo sería caminar por esos lugares, sumergirme en lo profundo de esas montañas.
No lo sabía entonces, pero ya estaba entrenando el camino del alma para mirar más profundo.
Después vinieron otros viajes, más largos, el primer viaje al exterior fue cruzando el atlantico y aterrizando en Paris, y aunque era pequeña, me maravillo mas la cultura, la arquitectura y las politicas de la ciudad (sobre todo en cuanto al reciclaje) y por supuesto el Luvre, que el mismo disley land.
Luego muchos viajes cortos conociendo mi país hermoso, pero el otro viaje trascendental fue a Italia, trenes, mochilas, idiomas, culturas que no entendía pero que me dejaban huella.
Me aleje de lo conocido, me enfrente al mundo yo sola por primera vez y me encontré con mi versión real, sin los juicios culturales, los ideales de los otros y sin mis propias limitaciones. Me atreví a reencontrarme mas que reinventarme, a abrirme a nuevas maneras de ver el mundo, de interactuar con el y de vivir mi propia vida. Me conecte a través del arte, de la naturaleza (aunque me costaba mas encontrarla) y del movimiento consciente (hacia largos paseos en bici, observando los paisajes urbanos y no tan urbanos, la gente y a mi misma.
Y cada lugar nuevo me mostraba también un lugar distinto dentro de mí.
Porque cuando sales de lo conocido, no sólo conoces el mundo… te descubrís a ti mism@.
Hubo un día —no sé decir cuál, ni en qué lugar— en que entendí algo que me cambió la vida:
Viajar no se trata de irse, sino de volver.
Volver a lo esencial.
Volver a eso que ya eres, pero olvidaste entre tanto ruido.
Volver al cuerpo, al presente.
Volver al arte, como una forma de expresión que no exige explicaciones.
Volver a la naturaleza, como una gran maestra que no juzga, solo te muestra.
Volver a la energía que se siente cuando te rodeás de personas que también están en su búsqueda.
Volver a tu verdad.
Al volver a Venezuela, algo de mi había cambiado drásticamente.
Los viajes comenzaron a ser mas frecuentes y distintos, con amigos y mas en la conexion con la naturaleza. Comencé a acampar mucho, conocer lugares increíbles y gente hermosa que me enseño otra parte de mi.
Desde entonces no he parado. El emigrar me abrió las puertas a muchos lugares increíbles del mundo, lugares energéticos, llenos de arte y comencé a viajar también para explorar la espiritualidad y ver como la mía propia también iba creciendo mas.
Y por eso nació Byaudiga.
Porque necesitaba compartir todo eso con más personas.
No como una agencia de viajes. No como una escuela. No como un blog. mas bien desde el corazon
Byaudiga es una experiencia.
Un puente entre el afuera y el adentro.
Entre el arte que ves, y el que hay dentro tuyo.
Entre el silencio de un bosque y el que a veces necesitas para escucharte.
Entre el movimiento del yoga y lo que se desbloquea cuando te animás a habitar tu cuerpo.
Viajar así cambia la forma en que ves el mundo.
Pero sobre todo, cambia la forma en que te ves a ti.
Y si algo sé, es que cuando eso pasa… ya no hay vuelta atrás.
🌿 ¿Y si el próximo viaje es hacia ti?
Te invito a descubrir experiencias conscientes que mezclan arte, yoga, naturaleza y conexión profunda.
No importa cuántos sellos tenga tu pasaporte, lo importante es que estés listo para viajar hacia adentro.
👉 Explora los próximos viajes en https://byaudiga.com/viajes-en-grupo/
🎒 Tu alma ya sabe el camino.
